Cada vez escuchamos más sobre la industria 4.0, la manufactura 4.0 y otros términos que dicen a gritos que la evolución del sector industrial de manufactura ya es una realidad y que quien se quede atrás, se verá rebasado por sus competidores. Industrias de manufactura en todos los segmentos saben ya del potencial de una smart factory. De acuerdo a los resultados de una encuesta global realizada por Capgemini, para finales del año 2022, el sector de manufactura espera que el 21% de las plantas sean smart factories.
El objetivo de este modelo es reducir la merma y los desperdicios, reduciendo así el impacto ambiental; organizando mejor el flujo de producción y transformando el sector hacia una industria altamente eficiente y avanzada.
¿Por dónde comenzar la transformación hacia una smart factory?
La adopción de las nuevas tecnologías disruptivas que impactan los procesos de fabricación de una industria para convertirse en una smart factory, requieren de una planificación avanzada y bien estructurada. Se trata de un proceso que involucra múltiples etapas, experiencia externa e interna, inversión económica y compromiso en todos los niveles de la organización.
Esta transformación requiere de 3 planteamientos iniciales a tomar en cuenta:
1. Definir una estrategia y priorizar objetivos
A lo largo de la transformación para convertirte en una smart factory, deberás tener muy claro qué es lo que quieres alcanzar, y medir continuamente tu progreso. Tus metas deberán ser alcanzables y en cada acción a tomar, no olvidar que la satisfacción del cliente final es primero.
2. Arma equipos y explota su potencial
Este será el momento para sacar todo el potencial de tu organización y recursos humanos, con ellos deberás crear equipos multidisciplinarios con un líder que tenga capacidad para tomar decisiones. Deberás apoyarlos durante todo el proceso con capacitaciones constantes, tanto internas como externas.
3. Optimiza tus oportunidades de mercado
Así como definirás objetivos claros y estratégicos, deberás decidir también tus prioridades respecto al mercado en el que te quieres enfocar, ya sea lograr una mayor penetración comercial o especializarte en ciertos nichos muy específicos, a manera de vertical de negocio.
Conciencia del cambio
Teniendo esto claro, es el momento de poner en marcha tu camino hacia la transformación, que deberá estar sustentada en 3 pilares esenciales:
La obtención de todos los beneficios de una smart factory, dependerá de la eficacia con la que las industrias de manufactura satisfagan la demanda de habilidades digitales por parte de sus empleados. Finalmente, la conversión hacia una smart factory, es una conversión hacia la digitalización; transformando de forma importante el mercado laboral. Cada vez más las organizaciones son conscientes de que las habilidades son imprescindibles, por lo que están brindando capacitación en habilidades digitales a todos sus colaboradores.
De acuerdo a la consultora Global McKinsey, “la siguiente fase en la digitalización del sector manufacturero, estará impulsada por 4 fenómenos disruptivos:
Todo esto involucra los 3 pilares esenciales: la gente, la tecnología y los sistemas.
La transformación para convertirte en una smart factory, no solo dependerá de qué tan claro tengas el rumbo, sino de qué tan listo estás para manejar el talento digital y qué tan preparado estás para adoptar nuevas tecnologías y sus sistemas.
La introducción de nuevas tecnologías y sistemas
Teniendo claro tus objetivos y un equipo multidisciplinario capaz de afrontar el cambio, deberás invertir en nuevas tecnologías, que posiblemente involucrarán algunas de las siguientes soluciones:
La elección de las mismas dependerá de tus objetivos y necesidades más importantes, ya sea que sufres de incontables paros por mantenimiento de las máquinas que bien podrías haber previsto con mantenimiento predictivo; o que necesitas soporte continuo de especialistas que no están físicamente en tu planta. La implementación de nuevas tecnologías y sistemas podrá llevarse a cabo de forma paulatina y por etapas.
Ahora, ¿es posible la implementación de nuevos sistemas y tecnologías en maquinaria con más de 20 años de antigüedad? Debemos ser conscientes de que muchas de las compañías que hoy en día aspiran a convertirse en una smart factory, no cuentan con máquinas de nueva generación; sin embargo, esto no es un impedimento.
“Reequipamiento” es la respuesta; Equipando máquinas viejas con nuevos sensores; sin embargo, es más fácil decirlo que hacerlo. Las máquinas reacondicionadas con sensores, pueden proporcionar todo tipo de información crucial: consumo de energía real, velocidad del proceso de producción, unidades por hora o valores como la temperatura real o la humedad de ciertas áreas. Pueden incluso detectar las vibraciones más pequeñas, descubriendo signos tempranos de problemas mecánicos en las piezas de la máquina y, por lo tanto, ayudar a optimizar el proceso de mantenimiento.
Así que no, no es imposible. De hecho, en algunas ocasiones el único paso que la industria de manufactura puede dar con la maquinaria antigua es conectarla indirectamente al software de monitoreo con un simple sensor; logrando convertirse en una smart factory.
En México ya hay plantas smart, una de ellas cumple con uno de los objetivos principales que es reducir el impacto ambiental, y lo está haciendo la planta de ensamblaje de Audi en Puebla, la cual se ha convertido en el primer centro de fabricación premium del mundo en producir automóviles completamente libres de aguas residuales. Ubicada en San José Chiapa, están utilizando un nuevo proceso de tratamiento de agua que recolecta el 100% de las aguas residuales producidas allí, las purifica y devuelve grandes volúmenes de agua limpia al sistema de suministro de agua de la planta.
Midiendo los resultados de tu transformación
No olvides que parte de convertirte en una smart factory, implica medir todo el tiempo, evaluar y corregir. La mejora continua es un concepto importante que resulta crítico en la industria de manufactura, esta mejora implica hacer correcciones según sea necesario y mantener a la organización informada todo el tiempo sobre los avances.
Recuerda que el retorno de inversión (ROI) puede llegar a tener características menos tangibles, como la lealtad del cliente, el liderazgo o posicionamiento de la empresa en el mercado.
La decisión ahora es arriesgarte a quedarte atrás. Si tu organización está ya en el camino de la digitalización, ésta es tu dirección. Utiliza estos pasos como punto de partida, y conviértete en una smart factory.
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